Empezamos la semana con una entrada que nos pone los dientes largos con imágenes que evocan momentos de relax, de buen tiempo, cielos azules, y temperaturas agradables. Que a una no le gusta demasiado el invierno, y aunque sea solo mirando fotos apetece cambiar un poquito de estación.
La playa es una de las localizaciones más deseadas por muchas parejas, que imaginan su enlace como un evento con mucho estilo pero en un formato algo más informal de lo habitual, y una ubicación idílica; y es que, ¿a quién no le parece perfecto el plan de decir Sí Quiero con el mar de fondo como testigo?
En nuestro país solo se pueden celebrar bodas en algunas de ellas, y siempre hay que tener muy en cuenta que la hora de inicio de la ceremonia debe ser a última hora de la tarde, para que -aunque la playa no sea demasiado conocida- minimicemos el riesgo de tener invitados extra en traje de baño. 

Para una celebración ubicada en la playa nos encanta el mobiliario de madera combinado con tonos blancos y beige. Un conjunto con efecto muy natural, acorde al emplazamiento elegido para el montaje.
La iluminación siempre es muy importante, y más teniendo en cuenta que una puesta de sol en una playa, bien iluminada con velas o faroles, puede ser simplemente inolvidable para vuestros invitados.

El look de la novia es importante que lo elijáis acorde con el contexto donde habéis decidido celebrar vuestra boda. En este caso los vestidos con mucha caída, de tul o gasa, muy vaporosos, son nuestra opción favorita para este tipo de enlaces. También son muy adecuados los diseños ajustados de encaje o crochet, con líneas actuales y estilo ibicenco.
Pues después de este break playero en el primer lunes de marzo seguiremos esperando -con ganas- la primavera, y la primera Boda Something Blue de 2014, para la que ya solo queda un mesecito 🙂 ¡Feliz día!