Empezamos la semana con una entrada dedicada a una flor que me encanta, y que es el elemento perfecto para dar un toque de dulzura y sofisticación a la decoración floral de una boda: el astilbe.
Esta flor, de origen asiático, tiene un aspecto muy delicado (parece que se va a deshacer si la tocamos) y desenfadado a la vez (por su forma espigada y poco compacta); y al ser alargada es perfecta para combinar con otras variedades florales y dar el toque asimétrico y heterogéneo al conjunto.

La encontramos principalmente en tonos blancos y rosas (más claro y en versiones que tiran más hacia el fucsia), aunque la hay también en un color más rojizo. A mi me gusta especialmente cuando la mezclamos con rosas, dalias o ranúnculos en tonos pastel; la combinación es tremendamente romántica y elegante.

También queda muy bonita formando parte de un ramo de novia, si lo que buscamos es romper un poco la uniformidad en el volumen del bouquet, ya que el astilbe sobresaldrá de la combinación de flores aportando un punto diferenciador. Y puede quedar fenomenal también en un tocado de flor natural como el que lleva la novia de la foto de debajo.

Incluso hay quien se decanta por un ramo de novia compuesto totalmente por astilbe. Muy apropiada esta posibilidad si vais a lucir un vestido de inspiración boho-chic, y queréis un ramo original y poco visto que acompañe el tono general del estilismo que habéis elegido para vuestro gran día.

¿Os gusta esta flor tanto como a mi?
Como os digo siempre, en Something Blue, Wedding Planner Madrid estaremos encantados de que contactéis con nosotras para solicitar información sobre nuestros servicios de organización de bodas si tenéis previsto celebrar vuestro enlace en los próximos meses.

Imágenes vía StyleMePretty y Green Wedding Shoes