Este sábado se han casado otros novios Something Blue, que han disfrutado de una celebración preciosa, emotiva y muy personal en un entorno único. 
Y es que eligieron un lugar idílico para darse el Sí Quiero, el llamado Bosque de Finlandia, en Rascafría. Un paisaje único en la Comunidad de Madrid, que gracias al bosque de coníferas y árboles de hoja caduca que rodean el lago -que es el elemento principal del lugar- nos transporta a un enclave propio del norte de Europa, con su embarcadero y caseta de madera incluidos. 
La ceremonia civil se celebró aquí, literalmente en medio del campo; y para decorar el lugar sin alterar su belleza natural nos limitamos a colocar algunas sillas de forja blanca, y arreglos florales sencillos, con aire silvestre, montados sobre elementos de zinc (una lechera, una regadera y un cubo). Los novios, padrinos, y la jueza de paz que ofició el enlace, se situaron sobre el embarcadero; en el que además de las correspondientes sillas colocamos una pequeña mesa de aspecto rústico en color blanco con tres arreglos florales en tarros de cristal de distintas alturas, que encajaban a la perfección con el entorno. 
Unos amigos de los novios se encargaron de amenizar la ceremonia con música en directo (perdonad la calidad de las fotografías, pero están hechas durante los preparativos con el móvil).
El Bosque de Finlandia está al lado del Monasterio de Santa María de El Paular, en el que se encuentra actualmente el Hotel Sheraton El Paular; en el que se citó a los invitados para desplazarse al lugar de la ceremonia, y en el cual se realizaron las celebraciones posteriores al enlace civil. 
Aunque durante buena parte del día estuvo chispeando, el tiempo respetó los tiempos de la boda y tanto el cocktail como la cena posterior pudieron celebrarse en los espacios que los novios habían elegido. 
Para el cocktail se utilizó la explanada que se encuentra detrás del hotel, en la que se colocaron distintos elementos decorativos. 
Ya que las sillas que normalmente pone el hotel creíamos que no iban muy acordes con el estilo del sitio -ni de la boda que querían Beatriz y Rubén- alquilamos las mismas sillas que se usaron para la ceremonia (que se reubicaron allí una vez finalizado el enlace). 
Los novios tenían mucho interés en interactuar con sus invitados durante el cocktail el día de la boda, y para ello se colocaron un photobooth, un “pozo de los deseos” (aprovechando que había un pozo allí se pidió a los invitados que fueran colgando allí sus buenos deseos para los recién casados), un kissing tree, y un sitting súper especial en el que las fotos de cada invitado estaban colgadas en cuerdas –cada cuerda era una mesa- y además se les pedía que durante la cena dedicaran su foto a los novios a modo de libro de firmas. 
Para la cena se habilitó un pequeño claustro que hay dentro del hotel, que se ambientó todo con pequeñas velitas para darle un aire romántico y acogedor; y ciertamente se consiguió totalmente este efecto. 
Incluso los centros de mesa estaban compuestos de velas para completar esa ambientación, algunos con recipientes con agua y velas flotantes, y otros con tarros de cristal de distintos tamaños con velas dentro. Dado que Rascafría está en plena sierra se alquilaron unas estufas para asegurar que, aunque la cena se celebrara al aire libre, los invitados estuvieran a gusto y disfrutaran totalmente del banquete. 
En la barra libre posterior se colocaron diversos boles con chucherías, molinillos hechos por la novia con motivos musicales, unas chapas divertidas para los invitados, y los novios quisieron que el buen rollo estuviera por todas partes en el baile que pondría punto final a su boda, así que para ello tendimos wonderconsejos por varios sitios para sacar sonrisas a los invitados. 
Desde Something Blue, Wedding Planner Madrid queremos agradecer a Beatriz y Rubén la confianza depositada en nuestros servicios de organización de bodas; y desearles toda la felicidad del mundo en su matrimonio.