Madrid ciudad del amor. O desde luego lo es para Janika y Rafal, una pareja que se conoció cuando estudiaban en Madrid y que, por ese motivo, eligieron darse el Sí Quiero en esta ciudad. Ella es de California, y él de Polonia, se prometieron viviendo en Munich y necesitaban ayuda para organizar de principio a fin su gran día en España, así que contactaron con nosotras para ayudarles con todos los preparativos con el servicio integral de organización de bodas de Something Blue, para estar tranquilos con que todo saldría perfecto en su gran día, y así fue.
Una cosa que tenían clara desde el principio Janika y Rafal era que querían casarse en la Basílica de Nuestra Señora de Atocha, ya que cuando vivían en Madrid siendo novios, habían estado en una boda allí y quedaron enamorados de esta emblemática iglesia madrileña.
La ceremonia quedó preciosa. Alquilamos una enorme limusina blanca para que la novia llegara a la iglesia con sus damas de honor, y después un coche de caballos recogió a los recién casados en la puerta de la iglesia y les paseó por las calles más céntricas y representativas del centro de Madrid.
Además, al tratarse de una boda con invitados extranjeros, localizamos a un cura que pudiera oficiar la ceremonia en inglés y también a una intérprete para que tradujera las partes más importantes de la misa al polaco.
Para la celebración del enlace, los novios querían un jardín muy cerquita del centro de Madrid en el que tuvieran privacidad y donde poder hacer una gran fiesta después de la cena. En Something Blue localizamos y propusimos una serie de espacios con encanto en Madrid y acompañamos a los novios en todas las visitas hasta dar con el lugar perfecto. Finalmente el Restaurante El Latigazo fue el elegido para la ocasión.
Decoramos el espacio del banquete con farolillos blancos sobre una gran mesa dispuesta en forma de U, pues al tratarse de una boda con pocos invitados, nos pareció buena idea agrupar a la gente en torno a los novios y que el formato de mesa invitara a disfrutar de la cena muy cerquita de sus protagonistas.
También montamos un espacio para el libro de firmas en un rincón del jardín, y lo decoramos con una maleta llena de flores y postales antiguas de España. Los invitados llegaban y, además de escribir alguna dedicatoria bonita para los novios, tenían que montar el mapa de España con unas piezas antiguas. Súper chulo. Y por último colocamos una piñata con las iniciales de los novios, una tradición polaca muy divertida que descubrimos en Something Blue. En fin, detalles originales y personales de los novios que encantaron a los invitados.
Os dejamos aquí unas fotitos de la decoración del jardín, realizadas por Ruth Roldán, con los detalles de decoración que preparamos para los novios, en las que también podéis ver las flores de La Galería de Doña Urraca y la preciosa tarta y los cupcakes que preparó Acaramelada para los novios, que dieron un toque aún más especial a la celebración.
