En Something Blue, Wedding Planner Madrid ya llevamos dos años organizando bodas, y tengo que reconocer que cuando empecé este proyecto pensaba que, con la costumbre, no se me seguirían poniendo los pelos de punta en cada Sí Quiero (cuando no se me cae la lagrimilla), y que no sentiría la misma emoción al ver por fin el ansiado reportaje fotográfico después de cada boda. Pero estaba equivocada.
Ahora sé, que por muchas bodas que organicemos, cada una de ellas es tan única, y la planificamos con tanta ilusión, cariño y dedicación; que el esfuerzo siempre se ve recompensado por esos momentos en que a nivel personal me hace sentir feliz ver el resultado del esfuerzo realizado, y sobre todo, la satisfacción que da saber que nuestros clientes quedan contentos y agradecidos con el resultado.
¿Y a qué viene este comienzo tan cursi? Pues a que hoy tengo el placer de compartir con vosotros otra entrada en la que os muestro las fotos de una preciosa #BodaSomethingBlue. Y qué os voy a decir yo, ¡si es que no puedo dejar de mirarlas de lo bonitas que son!
Como siempre, tengo que dar las gracias a los novios, María y Rubén, que confiaron en Something Blue y que además nos han permitido colgar aquí las fotos de su gran día.
Ya os mostré un avance de esta boda hace unas semanas en esta entrada, y os conté cómo esta pareja decidió contar con nuestros servicios de organización de bodas para que nos encargáramos del diseño de la decoración, la selección de varios proveedores, y la coordinación el día del evento.
El estudio de fotografía que ha captado con tanta elegancia y sensibilidad todo lo que ocurrió el pasado 22 de junio es That’s Art, a quien también quiero agradecer que nos permita compartir su trabajo en este blog.


Belle Poupée es sin duda uno de los proveedores de confianza con quienes trabajamos habitualmente, y fueron ellas también quienes en esta boda se encargaron de que la novia estuviera radiante en su gran día. Aunque María inicialmente quería un recogido clásico, se decidió a arriesgar con este precioso peinado que tenía a la vez un punto juvenil y sofisticado; como su precioso vestido de Rosa Clará. No podía estar más guapa.

La hermana de la novia también iba guapísima, y tengo que decir que me ha encantado esta foto en la que se transmite el cariño y la tensión de esos momentos de últimos preparativos antes de salir hacia la iglesia.

El novio también estaba guapísimo, luciendo chaqué con corbata azul eléctrico; muy elegante. Hacen una pareja perfecta estos novios.

La ceremonia religiosa tuvo lugar en San Jerónimo El Real, una de las iglesias más emblemáticas de Madrid, donde tendremos el placer de organizar otra boda en 2014; las escaleras de entrada son el marco perfecto para que se luzca el vestido de la novia.                                                                             

(en esta foto salgo yo a la izquierda, después de ayudar a la novia con la cola de su vestido; un recuerdo precioso del trabajo que hicimos este día)

Después de la ceremonia los novios se fueron a hacer algunas fotos de pareja, antes de dirigirse a La Posta Real, donde celebraron con sus invitados este día tan especial.

Para el cocktail montamos dos puntos decorativos. El primero de ellos, un bodegón para la mesa de firmas; decorado con periódicos, una máquina de escribir, y varios elementos más que completaban el conjunto.

(esta foto está hecha con el iPhone)

Y por otra parte, el seating de invitados / zona de regalos. Los novios tenían la ilusión de regalar un libro a cada asistente a su enlace, y no solo les dieron este detallazo, sino que dedicaron personalmente cada uno de ellos. Dentro de cada libro había un marcapáginas con la dedicatoria, y además se indicaba la mesa en la que cenaría cada invitado después. No os podéis imaginar el éxito que tuvo.

(esta foto está hecha con el iPhone)


Y hasta aquí la boda de María y Rubén, espero que os haya gustado leer esta entrada tanto como a mi escribirla. La termino de la mejor forma posible, con una foto de los novios en la que se nota perfectamente que no podían estar más felices; y deseándoles que esa sonrisa les dure toda la vida.