La temporada de Bodas Something Blue 2013 terminó hace unas semanas, y la acabamos por todo lo alto, con un enlace precioso en el que no faltó absolutamente de nada. 
Connie & Sergio se dieron el Sí Quiero el 16 de Noviembre en la finca Soto de Mozanaque, en una boda de día que se alargó hasta bien entrada la noche, y que fue muy especial, como lo son sus dos protagonistas.
En Something Blue, Wedding Planner Madrid nos hemos encargado de la organización integral de este enlace, y ha resultado una experiencia estupenda, rodeados de profesionales excepcionales como la fotógrafa del evento –Luana Fischer– que ya nos ha facilitado las fotografías oficiales de la boda, ¡millones de gracias por la rapidez!
El Soto de Mozanaque fue la primera finca a la que llevamos a Connie & Sergio; desde el primer momento les encantó, y tras dar unas cuantas vueltas fue el lugar elegido para celebrar uno de los días más importantes de su vida. 
El espacio por sí mismo es fantástico, pero quisimos darle un toque diferente para esta boda prestando mucha atención a la decoración. El rosa y el naranja fueron los tonos elegidos para marcar la línea de estilo del evento, por ser los colores preferidos por los novios. Con esta referencia, Bonitismos se encargó del diseño gráfico, y elaboraron minutas, cartelería, y por supuesto el seating de invitados.
Para la decoración floral contamos con el impecable trabajo de Llorens&Durán, queríamos unos arreglos con mucho volumen, que llenaran visualmente el espacio y dieran ese toque de naturaleza a una boda que se celebraría en espacios interiores. 
En el hall de acceso a la casa colocamos un arreglo de gran tamaño presidiendo la entrada de invitados, y también cubrimos la mesa sobre la que lo pusimos con un mantel en color gris piedra para coordinarlo con el estilo del resto del evento.

Las velas son otro de los elementos que más relevancia tuvieron en la decoración de esta boda. En la rotonda exterior de la casa pusimos más de 40 fanales, que encendimos cuando anocheció, y dieron un ambiente muy especial.

En el interior de la casa utilizamos más de 50 velas, que colocamos en cada repisa que había en las estancias donde se celebraba el evento (esta casa tiene varias habitaciones y montones de chimeneas y consolas perfectas para ubicar estas velas). Para dar uniformidad a la decoración, en cada conjunto de velas pusimos una cinta de raso naranja y otra rosa -los colores de la boda-.

La ceremonia civil se celebró en el salón principal de la casa, en el que después -mientras los invitados disfrutaban del cocktail en otra zona de la casa- desmontamos todo y dejamos listo el banquete en tiempo récord.
Realmente este espacio era el más llamativo para acoger la parte más importante de la boda, y es que al final todos los allí reunidos tenían como objetivo ser testigos del compromiso de los novios a pasar el resto de su vida juntos. Así que no dudamos en liarnos la manta en la cabeza y darle dos usos, y utilizarlo para los dos montajes más importantes y complicados de esta boda.

El salón de la ceremonia tiene capacidad para unas 180 personas en banquete, y esta boda no tenía un número elevado de invitados, por lo que diseñamos una decoración que aprovechara el espacio y lo llenara al máximo
De nuevo los centros florales de Llorens&Durán tuvieron una importancia fundamental en el aspecto general de la sala. Decidimos colocar dos centros altos, detrás de la mesa del oficiante, y dos centros un poquito menos voluminosos, aunque también en altura, al inicio de las sillas de los invitados.
La decoración floral tenía mucho color, así que para compensar elegimos una alfombra en color gris perla que no destacara especialmente, pero si vistiera el montaje como solo una alfombra puede hacerlo.

Los novios querían una ceremonia muy especial, y la diseñaron ellos mismos. Realizaron todo tipo de rituales simbólicos con arena, agua, velas, e incluso unos atrapasueños representado el cuarto elemento -viento-. Con todo este material para llevar a cabo la ceremonia la mesa del oficiante estaba llena, así que optamos por colocar un arreglo floral en el suelo, delante de la mesa, enmarcando el conjunto. Fue uno de los grandes aciertos de esta boda, quedó espectacular.

En las sillas colocamos conos con pétalos, que los invitados tiraron a los novios mientras salían bailando al ritmo de una de sus canciones favoritas; fue un momento precioso en el que la alegría de todos los presentes quedó más que patente.

Mañana os sigo contando más cositas de esta boda, os dejo con una imagen de la llegada de la novia a la finca, en un precioso Bentley bicolor que eligieron entre muchas opciones de coches de época que les ofrecimos. 

Todas las imágenes de esta entrada están cedidas por Luana Fischer para Something Blue.

No puedo terminar el post sin agradecer a Connie & Sergio que hayan confiado en Something Blue para la organización de su boda, y que me hayan dado permiso para publicar estas imágenes tan bonitas de su día más especial en el blog.