La anémona es una flor que no está demasiado vista en decoración floral en general, y en el mundo bodil en particular tampoco es una de estas variedades que todas las novias tienen en la cabeza cuando piensan en su gran día.
Destaca por tener la parte central de un característico color negro con aspecto aterciopelado, lo que le da un aspecto muy contrastado y especial; sobre todo si la elegimos con los pétalos en color blanco. También se pueden encontrar en tonos morados y rojizos, pero yo qué queréis que os diga, la gracia se la veo fundamentalmente en su versión black & white.
Es una flor originaria de Japón, que se da sobre todo en el primer semestre del año; así que es perfecta para que la fichéis todas aquellas novias que os casáis en primavera.

A mi me gusta mucho combinada con flores súper románticas y en tonos empolvados  (rosas, peonías, ranúnculos o dalias), por el efecto de ruptura que tiene la anémona en este tipo de composiciones.
También queda muy bien montada sobre recipientes dorados o metálizados; ya que es una variedad floral tan especial que va perfecta en un conjunto con aire sofisticado.

Si hay una aplicación en la que destaca su utilización dentro del mundo de las bodas, sin lugar a dudas es en los ramos de novia. Aquí os dejo una selección de algunos que me han gustado especialmente. Hay casos también en que el bouquet se confecciona únicamente utilizando esta flor, pero creo que es más recomendable mezclarla al menos con otra flor blanca, y que los toques en color negro tampoco sean la nota dominante en la visión general del arreglo.

¿Conocíais esta flor? ¿Os gusta para decoración de bodas?

Imágenes vía StyleMePretty y Bridal Musings